domingo, 11 de enero de 2015

CASA JAOUL, 1954-1956



Allá por 195, Le Corbusier reconsidera su actitud, sus obras exhiben de nuevo formas y materiales que son secuelas de un orden reciente de prioridades. En el campo de la arquitectura "doméstica", la casa Jaoul se infiere de este cambio de estrategia, es presentación de un modelo que quiere ser la solución universal, en muchos aspectos opuesta técnica e ideológicamente a las obras de la década de los años veinte.




Las casas se sitúan perpendicularmente entre sí, lo que mueve a la formación de un recogido jardín posterior. Las rampas ascienden a la zona de acceso y descienden al garaje.
El tratamiento del paramento externo intensifica la linealidad de la casa B, desempeñando una función de unión.
La variación cualitativa de la luz durante el día se suma a la expresividad que posibilita el sistema.


Las paredes centrales acrecientan la linealidad, reducen la luz a cubrir y dividen los bloques en células principales y secundarias.


Los paneles tienen un revestimiento de madera laminada, lleva incorporada la carpintería exterior: persianas y estanterías interiores.


El volumen cúbico original se secciona en capas horizontales que se transforman por la cubierta curva y por las bóvedas vistas de la misma. La curvatura de otras cubiertas y la alineación de los edificios dan aún más vitalidad al conjunto.


La forma cilíndrica del W.C. en la casa B produce un retranqueo que señala la entrada secundaria. Simultáneamente, este retranqueo aporta una impresión de profundidad que incrementa la lectura del forjado de acuerdo a los criterios de partida.
La casa B, a diferencia de la casa A, con su concluyente paramento extremo y su misión primordial de anclaje, se distingue por su carácter lineal abierto. Le Corbusier organiza el espacio interior de manera más informal situando la chimenea sobre un eje central definido de nuevo por la escalera. En esta ocasión la chimenea dirige la circulación hacia la zona de estar y el estudio, aunque volumétricamente reciba un tratamiento escultórico que la haga partícipe de estos dos espacios.

En el campo de la técnica, Le Corbusier vuelve a los centros de interés de sus años de aprendizaje, es decir a la textura superficial, a los modelos y a las propiedades de los materiales. El manejo que hace del hormigón recuerda el que daba a la piedra en sus primeras obras de La Chaux-de-Founds; el tipo de modelo tan elaborado, expuesto en los paramentos extremos de la casa B, es reminiscencia hasta los hastiales de las Villas Fallet y Villa Stotzer. Es también parecido el empleo de una base sólida y una cubierta expresiva; las Casas Jaoul son formas lineales solidamente "cerradas", cuya masa queda supeditada al control de la geometría.

Probablemente, la diferencia más sorprendente entre las obras de Le Corbusier anteriores y posteriores a la guerra, obvia en las Casas Jaoul, sea la calidad de la luz en los espacios interiores. Gracias a una carpintería exterior más flexible, la luz se despliega con expresividad y sutileza hasta el punto que las casas se manifiestan en variedad de estados, con un contenido de serenidad y emotividad imposible de conquistar en igual grado que con el lenguaje arquitectónico inicial.




EL BRUTALISMO

El brutalismo es un estilo arquitectónico que surgió del Movimiento Moderno y que tuvo su auge entre las décadas de 1950 y 1970. En sus principios estaba inspirado por el trabajo del arquitecto suizo Le Corbusier (en particular en su edificio Unité d'Habitation) y en Eero Saarinen. El término tiene su origen en el término francés béton “brut” u 'hormigón crudo', un término usado por Le Corbusier para describir su elección de los materiales. El crítico de arquitectura británico Reyner Banham adaptó el término y lo renombró como «brutalismo» (brutalism, en inglés), término que identificaba el estilo emergente.

Los edificios brutalistas están formados normalmente por geometrías angulares repetitivas, y a menudo permanecen las texturas de los moldes de madera que se emplearon para dar forma al material, que normalmente es hormigón. No todos los edificios brutalistas están hechos de hormigón, el edificio puede también ser brutalista si tiene una apariencia áspera y se aprecian sus materiales estructurales desde el exterior. Muchas de las casas construidas por Alison y Peter Smithson están hechas de ladrillo. Los materiales de construcción brutalistas también pueden ser ladrillos, cristal, acero, piedra áspera y gavión.

El brutalismo es un estilo arquitectónico que se asoció con las ideologías de utopías sociales que tendían a promover sus diseñadores, especialmente Alison y Peter Smithson. La idea del brutalismo, como bien dice el nombre, es expresar los materiales en bruto. El fracaso de la formación de comunidades positivas en estructuras brutalistas, posiblemente debido al proceso de decaimiento urbano que tuvo lugar tras la Segunda Guerra Mundial, especialmente en el Reino Unido, privó tanto a las ideologías como al movimiento de popularidad.

sábado, 10 de enero de 2015

LE CORBUSIER A TRAVÉS DEL TIEMPO. ESTUDIO DE LAS ETAPAS




La grandiosa y amplia obra de Le Corbusier, tanto pictórica como arquitectónica, se divide fácilmente en etapas, muy marcadas por sus vivencias personales:


La primera de las etapas corresponde al espacio temporal de 1907 a 1911, durante el cual Le Corbusier realiza sus primeros viajes como toma de contacto con una arquitectura viva, una arquitectura construida. La segunda etapa comprende desde 1918 hasta 1922, en la cual muestra el afán de control en sus bocetos y la búsqueda de líneas puras. La tercera, muy marcada por el estudio matemático de la organización de las formas y el espacio – se le galardona con el premio Doctor Honoris Causa en filosofía matemática – abarca hasta el año 1933. Y la última y cuarta etapa, caracterizada por el estudio del Modular, que comienza en el año 1943.


Tras sumar un total de cuatro etapas, comúnmente se resumen en tres, con los nombres de:

·         Etapa Purista.
·         Etapa de Transición.
·         Etapa Brutalista.


A pesar de que nuestro propósito de estudio es la tercera y última etapa, El Brutalismo, es interesante hacer, en añadido, un breve pero útil recorrido por las anteriores, con el fin de comprender en mayor medida la evolución de la obra de Le Corbusier:


En los inicios de su carrera, el brillante suizo apuesta por la funcionalidad y la simplicidad. Entre la abrumadora nueva era de la tecnología y el modernismo, Le Corbusier busca “La estética del ingeniero”, es decir, el diseño para la producción. Además, durante este período redacta los llamados “Cinco puntos para una Arquitectura nueva” – Pilotis, Planta Libre, Fachada Libre, Ventana Corrida y Cubierta Ajardinada -, lo cual no hace más que reforzar la idea de una forma pura y similar en todas sus obras.


En la llamada época de transición, Le Corbusier no hace más que prepararse para el que será su “paso innovador”. Abandona la fe en lo beneficioso de la era de la máquina; así es que empieza a experimentar con los materiales, la distribución, etc. También destaca su empeño por el urbanismo, siendo conocidos los planes realizados para Río de Janeiro y Argel.



Llegamos, pues, a la última fase del arquitecto: el Brutalismo. El nombre no hace más que enfatizar la monumentalidad de los proyectos de la etapa, basados en grandes bloques de hormigón: el material estrella. Si bien más que el propio hormigón, se buscaba el juego de texturas. Le Corbusier aprovecha la aspereza del material al sacarlo de los maderos que constituían el molde. Siguiendo, normalmente, con la utilización de las formas geométricas básicas, introduce también un toque plástico, aportando color – amarillo, rojo o azul – a las fachadas. Así, Le Corbusier consigue levantar edificios totalmente emblemáticos que posteriormente servirán de ejemplo a toda la arquitectura emergente del momento. Como ejemplos podemos mencionar la Unité Habitational Marsella o la famosa Iglesia de  Ronchamp, ente otros. Además, por su puesto, de la casa de uso residencial de nuestro estudio, en la que profundizamos a continuación.